12 jul 2011

La mujer habitada

Maravillosa manera de presentir que cada uno de nosotros no somos uno, sino los cientos de ancestros que nos preceden, con sus angustias, penas, alegrías y saberes.
Que somos ese cúmulo de experiencias pasadas, vividas, imaginadas e inventadas que nos contaron y que experimentamos. Que somos naturaleza viva, tierra y fruto que nos corre por las venas y nos alimenta la sangre. Que podemos engendrar y transmitir aquello que nunca muere: la convicción de pelear por lo que creemos justo. Como en épocas pasadas, como los que tuvieron la valentía de hacer historia, como los que la historia jamás reconoció pero existieron, como los que no tienen paz porque saben que por la paz se lucha y esa paz se gana, seguros del sentido completo de la palabra, seguros de que la paz nunca puede ser solo individual.

Porque somos uno y también “los muchos” y seguiremos siendo, con nuestra estela manchada, muchos más…habitados por los que fueron y por lo que queremos ser.



“Rompo este huevo y nace la

mujer

y nace el hombre. Y juntos

vivirán

y morirán. Pero nacerán

nuevamente.

Nacerán y volverán a morir

y otra vez nacerán.

Y nunca dejarán de nacer,

porque la muerte es mentira.”

EDUARDO GALEANO

Memorias del Fuego

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